Silencio.
El silencio puede serlo todo y serlo de cualquier forma. Puede ser hostil, señal del final de una relación. O puede ser también reparador. Puede incluso ser un precioso nombre para un vino, Habla Del Silencio.
Cuando el silencio es un templo en el que conversamos con nosotros mismos en torno al yo o al otro, o qué sé yo, cuando simplemente llega a nosotros sin avisar, y trae un momento de paz, es sencillamente una maravilla. No le voy a poner nombre a la sensación de paz. No, porque no necesario seguir hablando, mejor preservar el silencio.